Mente
La mente es la clave de todo.
Nuestro cerebro funciona como el de un ordenador. Si metes el software adecuado estas incluyendo las herramientas que te acercarán a la cima. Si dejas que entren malware inadecuado, los virus impediran que vislumbres el camino que deberas recorrer hasta alcanzar el éxito.
Muchas veces nosotros somos los que con nuestras creencias nos alejamos del camino. Es como cuando conduces un coche si te distraes y miras hacia un lado del camino en lugar de avistar el horizonte, sin darte cuenta el coche vira en esa dirección. En ocasiones cuando no he llegado ha sido, bien porque no he creído que fuese capaz o porque me he desvidado del camino. Pero si colocas en tu mente el objetivo y el pensamiento adecuado, estas sentando las bases para el éxito.
La mente debe estar en equlibrio y no debe mandar ella sobre nosotros. Debemos controlarla y saber parar o activar ciertos pensamientos. Cuando sentimos miedo, ansiedad o desmotivación por alguna situación. Debemos conocer como actua nuestra mente y porque para poder guiarla. Es una herramienta muy poderosa que nos encumbra o nos hace perder el control.
Tuve un accidente de coche cuando era pequeña. Entonces la sociedad me colocó una etiqueta que pesa mucho la de «minusválida» Lo que hice entonces fue alzar mi espada y luchar por conquistar mis sueños. En mi anterior reto, el de transmitir por primera vez en España en Teledeporte un resumen diario de los Juegos Paralímpicos de Londres me agrado que allí a los atletas nos llamasen los «Superhumans» porque significaba que para llegar ahí habíamos superado muchas dificultades.
Pero sinceramente yo no me siento ni «minusválida» ni «superválida». Tengo mis días buenos y malos y me gusta que sea así.
Y este reto no va de una superatleta que va conquistar una supermontaña. Yo trabajo desde la consciencia de mi vulnerabilidad. Dese mi resiliencia. Se que soy muy pequeña y esa montaña es muy grande. Así que le pediré permiso para ascender con mi silla por ella. Y me centro en superar cada piedra del camino y celebrarlo. Porque es poco a poco y con esfuerzo como llegaremos a la cima.
Pasaran muchas cosas por mi cabeza durante este recorrido. Seré honesta con vosotros e iré contándoos como me siento. Si tengo miedo, asumiré mi miedo, si no soy paciente me calmaré, si me encuentro desanimada o demasiado valiente os lo diré también. Solo os prometo una cosa, no rendirme.
Y por supuesto no podré hacerlo sola. Me acompañan los miembros de mi equipo durante toda la preparación. Pero lo que en realidad quiero que pase es que el equipo que subamos sea el de todas las personas que me acompañáis en el camino.
¡Acompañarme! Todos vuestros consejos me serán útiles. Y no se cual de vuestras palabras me llegaran a la mente en el momento clave del ascenso.
Este es mi próximo reto que compartiré plenamente con vosotros convencida de que a pesar de las dificultades que la vida nos pone en el camino, todos podemos alcanzar nuestra cima.